DIALÉCTICA
DE LAS ALTERNATIVAS
Un desafío en curso
Pablo González Casanova
El
curso y el discurso de la dialéctica de la alternativa
tienen que captar lo emergente en lo persistente de un sistema
que no quiere morir, y que no quiere hacer ninguna concesión
en su política neoliberal. En lugar de desestructurar
los aparatos paramilitares de la guerra de baja intensidad
y de replantearse la necesidad de un nuevo pacto social,
las fuerzas dominantes declaran una guerra mundial contra
un terrorismo arbitrariamente definido cuyas víctimas
principales van a ser los pobres. La nueva gran guerra está
lejos de ser coyuntural, tal vez constituya el inicio de
un proceso histórico de larga duración que
se desata por razones coyunturales. Toma como detonador
el ataque cíber-terrorista contra las Torres Gemelas
y el Pentágono. Proyecto a la vez defensivo y ofensivo,
la nueva guerra parece también formar parte de un
proyecto interno e internacional de imperio mundial en que
Estados Unidos juegue el papel de El Soberano cada vez más
abiertamente. En todo caso esto obliga a replantear el problema
de las alternativas al sistema dominante y sus políticas.
En su historia reciente los movimientos sociales han ido
profundizando y ampliando sus demandas y sus redes. Considerar
la redefinición de los movimientos sociales y la
del Estado dominante y sus aliados es indispensable para
interrogarse sobre las estrategias que plantean estos nuevos
movimientos antisistémicos.
DIALECTICS OF THE ALTERNATIVES
A challenge in course
Pablo Gonzalez-Casanova
The
course and discourse of the dialectics of alternatives will
necessarily capture the situation emerging in the persistence
of a system that refuses to die and makes no concessions
under its neo-liberal policy. Instead of demolishing the
paramilitary low-intensity war devices and re-addressing
the need of a new social covenant, the dominant powers declare
a world war against an arbitrarily defined terrorism where
the main victims will be the poor. This new Great War, far
from being circumstantial, may rather be the beginning of
a long-lasting historical process triggered by circumstantial
reasons. The cyber-terrorist attack against the Twin Towers
and the Pentagon has been adopted as its triggering event.
A concurrently defensive and offensive project, this new
war appears to be also an internal and international project
of world dominion where the United States plays the role
of The Sovereign in an increasingly overt manner. In any
case, the situation demands re-addressing the issue of alternatives
to a single dominating system and its policies. In their
recent history, social movements have gone deeper and wider
in their demands and outreach. Considering a re-definition
of social movements and of the dominant State and its allies
is indispensable, in order to question the strategies that
these anti-systemic movements are posing.
|